6 nov 2005

LA LÓGICA DEL ESPERANTO

por Sebastián Ontiveros

Una de las frases publicitarias más repetidas acerca del esperanto es que se trata de una lengua "lógica". Y, claro, cualquiera que lo estudie un poco no tarda en darse cuenta de que esa lógica es muy discutible. E incluso podríamos decir que es imposible.
En realidad no hay forma de que una lengua sea lógica, pues la lógica siempre está en función de la mentalidad del hablante. Por ejemplo, en la mayoría de las culturas, el sol y la luna representan las fuerzas masculinas y femeninas, respectivamente. Por ello, nos parece "lógico" que el sol sea masculino y la luna, femenina. Esto es lógico en español y otros idiomas en los que hay género gramatical. Pero no en todos. Al menos en el alemán, el sol es de género femenino, die Sonne y, la luna, masculino, der Mond. ¿Dónde está la lógica?
El estudiante de esperanto que está empeñado en encontrar la lógica de algunas expresiones está condenado a romperse la cabeza una y otra vez. Por ejemplo, en español, las horas "dan" y así decimos que "ya dieron las ocho". Pero en esperanto las horas "golpean" y decimos "jam batis la oka". Dentro de este mismo tema, nótese que en español son "las ocho" horas (o sea, en plural), mientras que en esperanto nos referimos a "la octava" (la oka) hora.
El hecho mismo de aprender un idioma está sujeto a diferente lógica: en español decimos que estamos estudiando, mientras que en esperanto lo aprendemos. Esto es, no decimos "mi studas esperanton" sino "mi lernas esperanton". ¿Cuál de las dos formas es la más lógica?
Hay otras diferencias en la lógica gramatical de nuestro idioma con respecto del español, que pueden dificultar el aprendizaje del esperanto. Hay una diferencia importante en lo que se refiere al aspecto de los verbos. Por ejemplo, al ver la palabra "sidi" podríamos querer traducirla por "sentar" o "sentarse", pero en realidad, como lo señala el diccionario, su traducción correcta es "estar sentado". Entonces, "mi sidas" no es "yo me siento" sino "yo estoy sentado". Si a un invitado en mi casa le digo "Sidu!", no le estoy ofreciendo asiento, sino le estoy pidiendo que se quede sentado. En esperanto, el aspecto de "sidi" es durativo (es decir, habla de una acción que perdura), mientras que en español, el aspecto de "sentar" es incoativo, es decir, habla del comienzo de una acción. Aquí podríamos plantear de nuevo la misma pregunta: ¿qué es más lógico, que "sentar" sea durativo o incoativo?
Hay que reconocerlo: lo que nosotros llamamos "lógica" no es más que un conjunto de condicionamientos y esquemas mentales, producto del medio ambiente en que nos hayamos desarrollado. Para que un idioma internacional como el speranto fuera lógico, tendría que haber una lógica realmente internacional, por encima de las diferencias culturales que constituyen el "espíritu de la lengua".
Quizá no deberíamos decir que el esperanto es lógico y conformarnos con que sea regular. ¡Ah! Porque eso sí: la regularidad del esperanto es indiscutible y es posible gracias a que no depende de especifidades étnicas. La conjugación de los verbos, la formación del plural, la derivación del acusativo y todas las demás reglas se aplican siempre de la misma manera, sin excepciones, y no depende de cómo se haga en otras lenguas.
Enntonces, en lugar de andar queriendo descubrir la "lógica" de ciertas expresiones (premio al que explique porqué "editar" se dice "eldoni"), debemos esforzarnos por captar el espíritu del esperanto, su "lógica interna" por así decirlo, sin forzar comparaciones con otros idiomas. Pues si las comparaciones son odiosas, querer debatir y descubrir si mi idioma es más lógico que el tuyo es completamente ocioso.

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