13 ene 2006

LA DIFUSIÓN DEL ESPERANTO


por Héctor Campos Grez (Delegado de UEA)


Otros de los numerosos problemas que encuentra el Esperanto para engrosar la cantidad de sus adeptos, es la difusión. ¿Por qué un idioma internacional "tan fácil de aprender", no es conocido? ¿Cuántas personas lo hablan? son algunas de las preguntas que todo esperantista debe contestar a diario.


El problema tiene diversas aristas y causales. Por una parte existen razones sicológicas, económicas y políticas, y por la otra la propia culpa de los esperantistas.


Sicológicamente, existe una resistencia a creer en la factibilidad del proyecto; y a  estimar posible que los hombres puedan fácilmente comunicarse entre sí, sin fronteras de ningún tipo. Juega en contra del Esperanto, anteriores proyectos de idiomas artificiales que han fracasado. Sin embargo, una vez que se logra vencer el prejuicio inicial, el esperanto es acogido por sus parciales como una verdadera salvación a tantos años de penurias en el aprendizaje de idiomas nacionales, de gramáticas incomprensibles y llenas de excepciones. Otro factor importante a considerar, es el temor al ridículo. Al confesarse como esperantista, la persona sufre una constante ridiculización por quienes le ven como un iluso o un loco demente por haber acogido semejante idea.


Las razones económicas, son importantes. La mayoría de los esperantistas son jubilados o jóvenes que no poseen ingresos propios o muy escasos. Con esta realidad, no es posible competir con grandes empresas y estados que promueven la enseñanza de idiomas nacionales como una forma de tener éxito en la vida profesional. 
Muchos de nuestros cursos son gratuitos, o a muy bajo costo; la participación en las organizaciones esperantistas en voluntaria, por lo que tampoco existen Asociaciones Nacionales fuertes y financieramente estables.
Esto último es una de las razones por las cuales no es posible saber cuántos hablan el idioma Esperanto, pero quienes lo hablamos decimos que lo hablan más de lo que Uds. creen  pero menos de lo que nosotros deseamos....


Tradicionalmente el Esperanto ha sido considerado una amenaza políticamente.
Al inicio de su historia, imbuidos por el rápido crecimiento inicial del Idioma Internacional en todos los ámbitos, y la favorable acogida tenida por organismos como la OIT, la ITU y la Liga de las Naciones, comenzó una fuerte oposición de los Gobiernos Francés, Británico y Americano, quienes estimaban que sus idiomas nacionales estaban destinados a reemplazar el latín. 
El Esperanto, y luego de los surgimientos de los regímenes fascistas, nazistas y comunistas, también fue considerado un peligro: para uno era un idioma de espías y traidores a la patria, para otros un excremento sionista, y para los últimos una amenaza del imperialismo yanqui para poder destruir el Estado Socialista. Las persecuciones, relegaciones, y asesinatos de esperantistas fueron comunes en estas épocas. Esto influyó en el temor de los esperantistas a registrarse como tales, y prefieren hasta ahora el anonimato. Estos prejuicios en contra del idioma, manifiestan un profundo desconocimiento e ignorancia extrema en los fines y objetivos del Esperanto y del Movimiento que lo apoya. 


Y aquí llegamos a las culpas de los esperantistas...


Desde sus inicios, existe entre los esperantistas dos grandes tendencias: una, estima que el esperanto debe reemplazar a todos los idiomas, y de este modo, facilitar la comunicación mundial; la otra, sostiene precisamente la idea contraria, en el sentido que el esperanto es solo una lengua auxiliar para la comunicación internacional, útil al hombre en todos sus campos del saber y factible de utilizar cómo se quiera por quien lo use; de este modo, el objetivo es que cada uno tenga su propio idioma y el esperanto para todos, poniendo en un plano de igualdad a todas las personas, sin obligar a nadie a aprender un idioma nacional distinto al propio.
Ambos sectores participan de la "idea interna" del Esperanto, que es promocionar lo que hoy se denomina "igualdad del hombre en dignidad y derechos". Finalmente, la opción del idioma susceptible de utilización para cualquier fin, se impuso en el Movimiento Esperantista.


Luego de las terribles discusiones provocadas por el fin del esperantismo a inicios del siglo 20, las dos guerras mundiales y la guerra fría ejercieron sus influencias en el esperantismo, siendo infiltrado por las tendencias políticas reinantes, provocando un quiebre al interior de la comunidad esperantista internacional.


Frente a la situación planteada, no fue posible establecer una política de difusión al exterior, de la existencia del Esperanto, de su utilización y enseñanza. Afortunadamente, después de la caída de los socialismos reales, la Asociación Mundial de Esperanto, ha logrado establecer planes de difusión, elaborando programas, folletos, manuales y capacitan dirigentes en las áreas de comunicación y medios de comunicación social. Esto ha permitido presentar al Esperanto no como una curiosidad lingüística sino como un idioma digno de ser estudiado, con una comunidad que lo utiliza efectivamente.


El nacimiento de la internet ha permitido una más amplia difusión del idioma, a todo nivel; y los diarios y revistas acogen con simpatía la idea; poco a poco se van abriendo las Universidades  y Centro de Aprendizaje de Idiomas, y ya no es tan imposible encontrar algo relativo al esperanto. 


Sin embargo queda mucho por hacer en la televisión y en la radio, que salvo honrosas excepciones han abierto las puertas al Movimiento Esperantista como consecuencia de la celebración de un evento nacional o internacional en sus respectivos lugares.


No obstante todas las dificultades y divisiones que ha sufrido el movimiento que apoya la difusión del esperanto, este idioma tiene su particular difusión: el nieto descubre un libro de esperanto de su abuelo, y se convierte en esperantista.... y de esta u otra forma, se calcula que son entre 1 millón y 16 millones de personas que lo han aprendido y lo hablan en todo el mundo.

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